Un escándalo en Hollywood se destapó tras la acusación al famoso director  Harvey Weinstein de violación. Otra vez el acoso, la violencia sexual se hacen evidentes. "Si todas las mujeres que hemos sido acosadas o violentadas sexualmente dijéramos 'yo también' en nuestros muros, quizás la gente tendría una noción más clara de la magnitud del problema", escribió en redes la actriz Alyssa Milano.

¿Por qué todas decimos #YoTambién?

Porque desde que salimos a la puerta de nuestras casas el acoso nos persigue. A los 9, a los 10, a 12 años alguien abusó de nosotras y nos callamos porque estábamos en una comunidad de Puno, donde nadie nos defendió. La justicia no era para nosotras y el niño que nació después, porque nos obligaron a concebir tenía las marcas de nuestros traumas.

Porque también nos dijeron que estaba rica, porque también nos tocaron en el micro cuando éramos adolescentes. Porque aquel amigo en que confiamos también se aprovechó de nosotras y luego nos culpamos por estar ebrias. Porque también callamos la violación, el tocamiento indebido porque lo conocíamos, porque al abusador era cercano, porque era un padre ejemplar porque era famoso, porque nos dirían "puta", "ofrecida", “te pones en vitrina”, porque nos mirarían con asombro, con pena.

Porque también pensamos que era culpa de nuestra ropa, del maquillaje, de nuestro oficio que nos “hacia ver fáciles”. Porque también nos atacaron en un taxi cuando salíamos de una fiesta, porque nos siguieron por calles enteras, porque también nos persiguieron, violaron y asesinaron cuando viajábamos solas. 

Desde la estrella de cine a la señora que nos vende emoliente. La violencia sexual consume nuestra sociedad. El Perú es el segundo país con mayor número de casos de violencia sexual en América del Sur, si hoy ven en las redes sociales las palabras "Yo también", entenderán que las mujeres están haciendo visibles las heridas que la violencia sexual está dejando y que nuestros gobiernos callan.

#YoTambién - que nadie calle